la tinta sobre el papel
a medida que la birome
es movida constantemente
por la misma mano que después
va a acariciar los relieves
del reverso de la hoja.
de una etiqueta húmeda
por el sudor de la botella
de vino tinto.
suben y bajan sin parar
el anillo del anular derecho.
Generan después de un rato
Incomodidad
en el pliegue del nudillo.
negro va y viene sobre las uñas
mal limadas, una y otra vez.
presionan el grano de una espalda
ajena a ese cuerpo.
sobre la frente ahora
se desliza por entre los anillos
que enganchan algún cabello.
Uno, dos, tres, cuatro
Es la secuencia continua de los
dedos tamborileando en la
fría madera de
la mesa
Suenan como noc, noc, noc, noc.
para los golpecitos, ahora
se humedece dentro de
Una boca por la que entra y sale un
Aliento
Cálido.
son recorridas por la
Áspera piel de otra mano,
mientras la boca del
mismo dueño balbucea
palabras que suenan
a predicciones.
Incansablemente en la piel
suave de un torso que
se retuerce de acá
para allá
Inconscientemente.
las costillas
ahora esas manos
descansan moviéndose
únicamente con el vaivén
de esa respiración.
es tomado de los extemos
por los dedos que ahora tiran
en direcciones opuestas
para luego tomar el caramelo
de dulce de lecha y dejarlo
en la lengua.
a hacer de piernas de
paso firme recorriendo
el mismo pecho de aquel
tórax que atormentaron
Antes.
todo lo que alcanza
el largo del brazo,
y se mueve de izquierda
a derecha, con los dedos
flojos y quebrando
La muñeca.
a la casa, abren el cuaderno
de hojas rayadas, perciben los relieves
producidos por apretar tanto,
dan vuelta la página y con
la misma birome comienzan
a escribir otro relato.
otras palabras.